DIBUJAR Y PINTAR.
Desde una hoja y un lápiz, hasta libritos con personajes, stickers y variedad de
colores.
Cuando estamos atareados, un peque llorando requiere toda nuestra atención, además de ponernos los nervios de punta. Peor si estamos en el colectivo o en una reunión social: tenemos que enfrentar miradas de reproche de la gente “educada” que no entiende que un hijo o hija no es una mascotita virtual a la cual le sacamos la pila y listo.
Por eso a veces optamos por comprarles una Tablet o prestarles nuestro celular. Podemos calmar los berrinches de manera casi instantánea. Incluso se los podemos dar preventivamente, para poder charlar con amigos o disfrutar un largo viaje en auto en paz.
Sin embargo, como todas las soluciones mágicas, al final no resulta tan maravilloso. Como sabrán, uso de celulares o tablets en menores tiene muchas consecuencias negativas para su salud desarrollo. Profundizaremos este tema en el artículo ¿Cero tecnología es mejor para la salud?
Si elegimos que nuestros hijos e hijas interactúen con pantallas… igual no debería ser la primera opción a la hora de entretenerlos o tranquilizarlos. ¿Qué podemos hacer entonces en lugar de utilizar aparatos tecnológicos? Daremos a continuación algunos consejos sencillos que esperamos te sean de utilidad. De todos modos, no te angusties si no lográs un efecto rápido.
Ante una rabieta, lo esencial es ayudar al niño o niña a tranquilizarse. Hay que mantener la calma y hablarle sin insultar, gritar o victimizarnos. El siguiente paso, es identificar si se trata de una necesidad (hambre, sueño, frío, etc.) o de un capricho.
El motivo del llanto puede ser algo sencillo, como no poder agarrar un peluche que está sobre la mesa. Más allá de dárselo, es importante también enseñarle que puede pedir lo que desea sin hacer una rabieta.
Si terminamos cediendo por cansancio, entenderán que sólo había que llorar un poco más para conseguir lo que querían y volverán a hacerlo cuando quieran conseguir algo.
Si es un bebé pequeño y llora por algo que no le podemos dar (por ejemplo, quiere agarrar un cigarrillo), podemos tratar de distraerlo con un juguete u objeto no tecnológico y ocultar lo otro de la vista. Otra opción es cargarlo, pasearlo, cantarle. Hay un sinfín de opciones que podrían ir antes de la Tablet en nuestra lista.
Antes, mencionamos el uso de las pantallas para mantenerlos ocupados mientras hacemos otra cosa. A veces no nos queda opción, pero así y todo debería ser un último recurso. Estas ideas pueden llegar a ser grandes aliadas, podemos probarlas y ver cómo resultan en cada caso:
Desde una hoja y un lápiz, hasta libritos con personajes, stickers y variedad de
colores.
Casas con bloques, fuertes con almohadones, el límite lo pone la imaginación
Jugar con rompecabezas, masas, enhebradores, hacer manualidades
Cocinar, regar las plantas, lavar los platos y otras actividades sencillas. Si nos
ayudan podrán tener nuestra atención.
Preparar de antemano envoltorios que les lleve un rato romper y poner
adentro distintos objetos de bajo costo.
Vienen juguetes que demandan tiempo y concentración. Muchos son
pequeños y se pueden llevar fuera de casa.
Podemos juntarnos con nuestros amigos en bares con sectores de juegos,
en un club o plaza. Todos felices.
Reservar las revistas infantiles con actividades especialmente para esos
momentos en que necesitamos estar un rato tranquilos
Jugar al veo-veo, hacer adivinanzas, cantar canciones, contar cuentos o
buscar cosas en el paisaje sirve para entretenerse largo rato en un viaje.
Juguetes que ocupan poco espacio… adecuados al interés de cada edad. Podemos
comprarlos o armarlos en casa. Es bueno tener varias opciones y no sacarlos todos a la vez, para
no agotar recursos.