El encastre es una acción que da mucha información sobre cómo funciona el mundo. ¿Por qué esta pieza encastra o no encastra aquí? ¿Será por el tamaño? ¿Por la forma que tiene? ¿Por qué una pieza encastra y otra no?
Existen muchos elementos de juego que involucran el encastre. Hoy vamos a hablar específicamente de la Torre de Encastre,
¿A qué edad comienzan a jugar con encastres?
¿Cuando sería un buen momento para ofrecer la torre? Cuando comienzan a sostener objetos con las manos, tranquilamente podemos presentarles las piezas cuadradas, las cuales podrán explorar, y no sería raro que busquen introducir un dedito en el agujero ¡Eso ya es un encastre!
Claro que se debe acompañar cuando lo usan bebés, para evitar que se golpeen con las piezas de madera, y que la base no quede en el suelo con la punta para arriba si un gateador / caminador anda por allí.
Introducir las piezas en el palito requiere cierta motricidad, y es probable que recién entre 8 / 18 meses lo logren.
Es necesario que se permita al bebé intentarlo numerosas veces, con prueba y error. Podemos modelar (mostrarles como lo hacemos nosotros para que nos imiten), pero tratemos de no guiar sus manitas, ponernos ansiosos o apurarlos.
Puede suceder, por ejemplo, que logren «pinchar» una pieza contra el suelo tomando la base. O que froten el cuadrado contra el palo hasta que este calce. Incluso que usen su dedo como guía. Todo es válido. Así como cada peque incia el gateo a su manera (algunos también se lo saltan), tampoco hay una forma correcta de comenzar a encastrar.
¿Qué hago si se frustra al usar el juguete?
¿Y si se frustran porque no logran introducir las piezas? Es importante ver que la frustración no sea del adulto que acompaña. Si el bebé / niño está tranquilo, probando, lo dejamos. Si se enoja o molesta, podemos ayudarles, u ofrecer otra actividad. No hay un manual, hay que observar y acompañar. Cada peque es único.
A medida que vayan puliendo su técnica, lograrán introducir las piezas con mayor fluidez. Durante un tiempo, se dedicarán a poner y sacar las piezas una y otra vez, y ese será su aprendizaje. No tiene sentido en esa etapa pretender que los acomoden en orden por tamaño.
Si insistimos en que armen la torre «como en la foto», lo van a lograr «en menos tiempo», pero a un costo altísimo: estaremos reduciendo cientos de posibilidades a una. Limitaremos su posibilidad de establecer hipótesis, probar, corregir, sacar deducciones. Indirectamente, estaríamos transmitiendo que hay una sola forma para resolver un problema… ¡Mejor dejemos que nos sorprendan con las soluciones creativas que un peque puede encontrar!
Cuando están en período de «mete y saca», puede suceder que quieran poner otras cosas, como pulseritas, letras de madera, vasos, o lo que tengan a mano. O introducir las piezas en algun palito que encuentren por ahí. Esto es hermoso de ver. Para nosotros adultos, éste es un juego y aquel otro, entonces juego a éste o aquel. Pero ellos asocian todo: otro aprendizaje maravilloso.
¿Si participo en la actividad estoy interfiriendo con el juego libre?
Una vez que hayan desarrollado la motricidad para introducir las piezas sin dificultad alguna, es probable que comiencen a fijarse en el orden. Quizás desean sacar la pieza amarilla, pero no pueden.. porque arriba están la verde y la lila. Esto sucederá naturalmente. No quiere decir que no podamos plantear algún desafío, jugar nosotros también, o modelar otra forma. Nosotros también estamos educando a prueba y error.
Mientras nos centremos en observar al niño y respetar sus tiempos, vamos a estar bien. Hoy existen bajadas de línea muy rígidas sobre «hacer las cosas de tal manera», te meten miedo de que si pusiste una pieza cuando no debías, arruinaste su juego libre e hiciste un daño de por vida. Aunque exagero, saben a lo que me refiero. Por ahí no es, afuera la culpa. Nos informamos, adquirimos herramientas para la crianza, y las iremos aplicando con amor en la medida en que podamos.
Volviendo a la torre de encastre, aquella de la foto ordenada por formas y colores, es solo un momento en el ciclo de vida de este juego. La van a armar así un par de veces, después tal vez al revés, o con otras combinaciones.
