MEMOTEST DE HOJAS
Previo al juego, podemos programar un paseo al jardín, a la vereda o a alguna plaza. El objetivo es juntar dos hojas de cada tipo de árbol (podemos juntar más y luego seleccionarlas), lo más parecidas entre sí que sea posible. Lo ideal sería juntar tanto hojas secas de árboles caducos como hojas verdes de árboles perennes, para luego poder comparar ambos tipos de árboles.
Una vez recolectadas nuestras hojas, necesitaremos una base para el memotest. Podemos utilizar cajitas que tengamos, o pegarlas en cuadrados de cartón o cartulina. Tengamos en cuenta que la duración del juego el limitada, ya que las hojas se irán deteriorando con el paso del tiempo.
Una vez listo, solo queda jugar al juego de la memoria. Si queremos añadir más contenido educativo, podemos incluir en las fichas los nombres de los árboles correspondientes a las hojas.
COLCHÓN NATURAL
Es probable que cerca de casa tengamos algún parque o espacio verde donde se amontone una gran cantidad de hojas secas. Si no es así, tenemos una excusa para hacer una salida a algún bosque de la ciudad o de los alrededores.
El juego, no necesita instrucciones: revolcarse en las hojas, tirarlas para arriba como papelitos… el propio niño o niña dirigirá el juego como un verdadero experto. Un clásico que nunca pasa de moda.
CONSTRUCCIÓN EN SECO
Si nos procuramos unos cuantos sombreritos de bellotas, cáscaras de nueces, maníes o pistachos… tendremos material suficiente para armar un pequeño juego de construcción muy creativo con los frutos secos del otoño. La recolección de frutos también puede consistir en una actividad en sí misma (luego, deberemos lavarlos y dejarlos secar antes de utilizarlos como juego).
Una vez listos nuestros materiales, comienza el juego libre: apilar, amontonar y armar casitas y otras estructuras. Si queremos sumar más diversión, podemos pintar las piezas de colores con pinturas al agua, o dibujarles caritas, ventanitas, figuras…
OBSERVACIÓN CON PICO Y ALAS
En otoño es tiempo de migración de aves. Podemos investigar un poco sobre el tema, los mapas migratorios y explicarles como los pajaritos se “mudan” de un lugar a otro cada año. También es una buena oportunidad para concientizar sobre la conservación de las especies.
La parte práctica será sin dudas la más interesante: observar el cielo en busca de bandadas y comenzar a mirar los distintos pajaritos y aves que hay a nuestro alrededor, imitar sus cantos, descubrir cómo se llaman y cuáles son sus costumbres.
Otras ideas para descubrir el otoño:
Hornear galletitas con frutos secos
Armar un espantapájaros
Sembrar vegetales de la temporada
Salir con las botas a pisar charcos con las lluvias
¿Les gustaron estas ideas? Pueden encontrar actividades para conocer las distintas estaciones del año en el artículo Ideas divertidas para aprender las estaciones