Llegan las fiestas, y, cuando se trata de hacer regalos infantiles, muchas veces optamos por un juguete. ¿Qué podemos regalar? Algo con luces, mucho ruido y movimiento. Seguro que a los niños les encanta. Si, seguro que les encanta durante algunos minutos. Pero a largo plazo, ¡puede no ser tan buena idea!
JUGUETES CON MECANISMO
Las pilas son contaminantes, poco seguras, y además, obligan a los padres a volver a comprarlas una vez que se agotaron (algo que muchas veces no ocurre, haciendo que el juguete pierda su atractivo). Además, los juguetes con pilas suelen ser ruidosos, lo que genera molestia en la familia. Claro que es común que la mayoría tengan algunos juguetes a pilas, pero, si no estamos seguros sobre qué regalar, tal vez podamos inclinarnos hacia una opción más clásica y que estimule más la imaginación, como muñecos, juegos de mesa y juguetes didácticos.
Si queremos regalar un juguete con mecanismo, podemos elegir alternativas a las pilas, como la cuerda, o aquellos que utilizan rampas, poleas o palancas para generar el movimiento. Un ejemplo de esto es el Rino Caminador, que un simpático rinoceronte de madera que se desliza por una rampa, o el Mono Trepador, que comenzará a subir al tirar de la cuerda. Además de no utilizar una fuente de energía no renovable, estos juguetes propician la experimentación, la coordinación ojo-mano y la observación principios de la física.
MUÑECOS Y PELUCHES
Los personajes de juguete son buenos compañeros de juego. Para tomar el té, ir de aventuras o atender un hospital, estarán allí acompañando y abriendo la puerta a la imaginación. Recomendamos que sean bonitos, con costuras fuertes y, en lo posible, de tela. Si optamos por el plástico, es bueno corroborar que sea seguro y de buena calidad. Para bebés, existen muñecos simples de estimulación sensorial, como en el caso de la Jirafa de apego.
Para niños y niñas un poco más grandes, encontramos personajes como Muñeco para vestir y Art Friend, que estimulan la imaginación y permiten crear combinaciones artísticas.
OPCIONES PARA MOVER EL CUERPO
Desde una pelota, un elástico o una soga para saltar, hasta el triciclo y la bicicleta, los juegos que invitan al movimiento y al ejercicio son muy importantes hoy en día, frente a la tele y los videojuegos que atraen al sedentarismo. Una opción divertida y diferente es la Tabla de Equilibrio,ideal para el balanceo desde los dos años en adelante.
JUGUETES DIDÁCTICOS
Hay un sinfín de opciones, que aportan a distintos objetivos: favorecer la imaginación y la creatividad, promover la motricidad fina o gruesa, propiciar el juego simbólico, y muchos aspectos más. Algunas de estas, son:
Juegos de mesa
Cuentos y libros
Bloques y juguetes de construcción
(recomendamos leer Juguetes de construcción para cada edad)
Juguetes que propician el juego simbólico
(comiditas, casitas, títeres…)
Pronos y buscacaminos
Juguetes musicales y de estimulación sensorial
CADA BEBÉ, NIÑO Y NIÑA ES ÚNIC@
Es importante tener en cuenta no solo la edad, si no la evolución de cada peque. Que habilidades ha adquirido y que otras podría desarrollar. Centrarse en sus intereses particulares. Algunos se sienten más atraídos por el ejercicio físico, mientras que otros prefieren pintar, o construir, o crear sonidos… Otro aspecto a tener en cuenta, es aquello que les atrae de una manera muy notoria. Tenemos los locos por el espacio, los fanáticos de los dinosaurios, los que tienen el corazón de veterinarios… ¿Por qué no ofrecerles aquello que les encanta?
Una buena opción es buscar ayuda en internet a la hora de hacer un regalo. Hay gran cantidad de artículos y foros que hablan sobre esto. En la tienda iKuNi, por ejemplo, tenemos una pestaña con las categorías Edad, Aspectos Pedagógicos, Materiales y Jugar A… Podemos hacer click en una de ellas y se desplegarán otras opciones, por ejemplo, juguetes de tela y juguetes de madera. Estas categorías, nos ayudan a encontrar lo que buscamos, de acuerdo al criterio que nos interesa.
Por último, nunca descartemos la opción de preguntarle directamente a los padres (a menos que seamos nosotros), o al niño o niña, si es más grande, que le gustaría recibir. Así nos aseguraremos de que nuestro regalo fue deseado, y no irá a parar a un cajón o bajo una pila de juguetes.