Entre las afecciones físicas, están los problemas en la vista si se utilizan pantallas frecuentemente y desde edades tempranas; la obesidad relacionada al uso de dispositivos en detrimento de la actividad física; incluso posibles trastornos del sueño y la alimentación. Y no olvidemos la sobreexposición a la radiación de los aparatos, vinculada a graves afecciones.
Con respecto al desarrollo del cerebro, podría causar un retraso en las funciones cognitivas y problemas de atención y memoria. Incluso se relaciona a trastornos de ansiedad, depresión y psicosis (entre otros), que podrían llegar a manifestarse si el uso de estas tecnologías sobrepasa el recomendado para cada edad.
Respecto a los problemas de conducta, encontramos que los usuarios frecuentes pueden resultar agresivos, nerviosos o sobreexcitados. La necesidad de estar continuamente jugando, lleva a aislarse del entorno, dificultando los vínculos familiares. Incluso llega un punto, como en cualquier adicción, en el que se usa para aliviar el estrés o emociones negativas.
También sabemos que hay padres que usan la Tablet o el celular para calmar los berrinches en forma instantánea. Esta acción tiene múltiples consecuencias, detalladas en el artículo La Tablet es eficaz para calmar a los niños y mantenerlos ocupados.